Bajada a los infiernos

Al mundo laboral se le presupone un comportamiento de curva ascendente, al menos en cuanto a la complejidad goblal de tus tareas y al grado de responsabilidad asociado. Pero hay veces en que, sin saber muy bien porqué, te dan una patada en el culo y te mandan a tomar por el ídem. Hace escasos días estaba ilusionado con una futura incorporación a un proyecto de consultoría de IT, cuando de repente se cruzo algo en mi camino que no se puede esquivar... alguien se acerco a mi mesa y me pregunto:

Alguien : Arturo, ¿tu ahora mismo no estás en ningún proyecto facturable verdad?
Yo: pues no...

Yo ya sabía que a continuación venía un torrente de mierda que me iba a caer sin remedio encima, pero como no podía ser de otra manera, el torrente era de proporciones mucho mayores de las esperadas. Para empezar, mi destino iba a ser uno de mis clientes preferidos, al que por motivos de seguridad llamare "Tvfónica". Para seguir, el lugar de trabajo estaba situado en la otra punta del mundo, lo cual supondría un terrible daño colateral a mi ya de por sí mermado descanso nocturno. Y para terminar, el trabajo a realizar era el sumun de cualquier profesional, algo acorde a los años empleados en formarte, algo acorde a tus capacidades desarrolladas a base de duro esfuerzo y años de experiencia, algo que sólo una persona tan preparada como tu podría hacer...

Tengo que meter datos de un Excel en unos formularios Web y darle al botón guardar...

Bueno, pues como siempre, todo puede ir peor. Al levantarme hoy he observado que llovía, lo cual aseguraba largas colas para entrar en la ciudad, mala ostia al llegar al curro y quedarme sin cafe...

Lo que no pensaba es que esto pudiese ir aún peor... la aplicación web no funciona...