Y como la imaginación da para mucho, (cuantas veces me he visto vestido de batman con Michelle "Catwoman" Pfeiffer ronroneándome al oido...) los enemigos se convirtieron en dragones, trolls, orcos, etc mientras que nuestros soldados se convertían en héroes, magos, guerreros poderosos, hábiles y astutos ladrones y así hasta un sinfín de personajes fantásticos. Nacían así los conocidos como juegos de rol y no hay más que echar un vistazo a mi perfil para ver que encuentran entre mis aficiones más queridas.
Todavía recuerdo cuando con 12 años empece mis andaduras en estas lides, con el grupo de amigos de la escuela con los que intercambiaba libros de D&D, Reinos olvidados, etc. A los 15 años mis tardes de sábado eran increibles. Mientras mis "sociales" e "integrados en la sociedad" compañeros de instituto se bebían hasta el agua de los aspersores en un parque, mis inadaptados y frikis amigos y yo quedabamos alrededor de una mesa repleta de patatas, sandwidch y mediasnoches y con sólo unos dados, algunas hojas de papel y mucha imaginación pasabamos 5 o 6 horas combatiendo malvados hechiceros, rescatando a inocentes señoritas y salvando un mundo imaginario cargado de detalles conseguidos a base de mucho leer.
Y he aquí que 16 años después de mi primera partida, me veo con un mensaje en mi móvil que anuncia que la cita de hoy es a las 17h en casa de Ángel. Como todas las semanas, (o casi todas las que podemos) hemos quedado para echar nuestra partidita de rol. Hoy no habrá mediasnoches y sandwiches (somos demasiado vagos para ponernos a hacerlos) pero las botellas de coca cola y los doritos no nos los va a quitar nadie.
La primera pieza del día te la dedicaremos a ti Gary.